Análisis: CRUSH - PSP

Muchos de los jugadores se quejan de las pocas novedades que van saliendo al mercado, la verdad es que las grandes licencias son exprimidas hasta la saciedad y a veces nos tenemos que conformar con “refritos”. Esto no hay mas que verlo con sagas como la de Call of Duty, FIFA, o incluso el gran Solid Snake y su Metal Gear. Los jugadores nos quejamos poco y a veces un soplo de aire fresco siempre viene bien.

Es cierto que los editores de juegos prefieren asegurarse las espaldas con la secuela de un juego que ha tenido éxito dado que saben perfectamente qué está pidiendo el mercado. Nosotros al no poder pedir nada, aceptamos lo que nos llega.

Después de esta gran parrafada, vamos a entrar de lleno a lo que nos interesa, dado que Sega nos ha enviado un título distinto, innovador y muy interesante de cara al verano.
Crush es un juego que mezcla plataformas, aventuras y sobre todo toques de puzzle muy enrevesados.

La mecánica de juego es simple pero a su vez liosa. El protagonista, un joven chico de unos veinte años, se ve encerrado en un manicomio que para salir de ahí y conocer su pasado necesitará pasar una serie de pruebas. Hasta aquí nada raro la verdad, aunque si es cierto que el guión presenta ciertas dosis de originalidad.


Lo más impactante del juego -que tiene unos escenarios completamente tridimensionales- es que al pulsar el botón L de nuestra consola, el entorno 3D se convertirá totalmente plano y nos encontraremos antes unos decorados en 2D.

Ahí radica la esencia del juego, dado que nos encontraremos ante un especie de “Cubo de Rubic” plataformero. Tendremos que ir combinando las distintas vistas tridimensionales para luego aplicarle el “Crush” y transformarlo en bidimensional. De esta forma, nuestro héroe Danny conseguirá llegar a plataformas que de otra forma no podía alcanzar.

Al probar el juego uno se da cuenta de las enormes posibilidades que llega a aportar y sobre todo la enorme sensación de ver que estamos ante un juego totalmente distinto.

Jugabilidad:

Es el apartado clave del juego. El novedoso sistema de juego y la variedad de situaciones que podemos vivir gracias a Crush hace que la jugabilidad sea una delicia. Algunos saltos del personaje son imprecisos y aunque a veces la dificultad de ciertas fases llegue a desesperar, Danny responde perfectamente a nuestras órdenes y conseguimos pasarlas una tras otra.


Gráficos:

Los gráficos alternan entre un robusto motor 3D y unos gráficos en 2D algo pobres. Los decorados son algo flojos, pero el diseño de los personajes y de los niveles está muy conseguido. La cámara está perfectamente posicionada pudiendo realizar los Crush en casi cualquier ángulo.

Sonido:

El sonido es correcto, no destaca para nada con respecto a otros apartados del juego. Si se echan de menos músicas menos repetitivas y voces durante las escenas cinematográficas.

Modos de juego:

Al principio tenemos solo el modo historia, pero conforme vamos avanzando en el juego se van desbloqueando modos como el “modo Trofeo” que no es ni más ni menos que un modo historia contra-reloj, o el “modo Galería” que nos permite ver los ArtWorks del juego. Aunque parezcan pocos modos de juego, pasarse todas las fases al 100% requiere mucha destreza por lo que hay diversión y entretenimiento para rato.


Solo terminar diciendo que a pesar de ser un juego totalmente innovador, flaquea en ciertos puntos como en la dificultad, a veces excesiva por el poco hábito que tenemos a jugar a este tipo de juegos, o los decorados que pueden llegar a ser algo pobres. El juego es largo y muy entretenido. Recomendaría el juego especialmente para los que quieran probar algo nuevo, fresco y que estén cansados de los típicos juegos de siempre. Bajo mi punto de vista, Crush ha sido toda una revelación que gustará a los amantes de los grandes retos.

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