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martes, 11 de noviembre de 2008

Análisis: Midnight Club: Los Angeles - Xbox 360.


Tras la historia de criminales de GTA IV, RockStar nos trae otra nueva entrega de otra de sus series de éxito de la generación pasada, hablamos de la 4ª parte de la saga de carreras ilegales Midnight Club.

Esta saga nació con la idea de llevar el mundo del tuning y las carreras ilegales por entornos urbanos a un mundo abierto donde competir a lo largo de mapa sin pasar por menús para ello, sino yendo directamente allí donde se encuentre la carrera. Esta vez, como su propio nombre indica, las calles que recorremos será una versión de Los Ángeles que no es 100% fiel pero que contiene todos aquellos elementos que la harán perfectamente reconocible, desde las playas de Santa Mónica, Holywood Bulevar, Berbery Hill... Estas carreras no se desarrollarán solamente por los caminos convenciones, puesto que en este juego los atajos están a la orden del día, así como los recorridos por canales de agua o por la misma arena de la playa, todo dependiendo de la libertad que nos dé esa carrera en concreto. Para gestionar las pruebas que tenemos pendientes mediante el botón Select accederemos a un GPS con un estilo gráfico que imita Google Maps y que ciertamente queda muy espectacular.

El título cuenta con unos gráficos fabulosos, una increíble recreación de la urbe de Los Ángeles con un ciclo día-noche que nos muestra lo mejores efectos de iluminación de los que son capaz del motor gráfico RAGE ya usado en GTA IV. Con este título comparte el genial modelado de los vehículos, así como el de los edificios, peatones, avenidas, autopistas... Sin embargo al contrario que en el citado título aquí todo se moverá de forma fluida casi en la mayoría de las ocasiones (a pesar de la increíble carga gráfica), habiendo tenido alguna bajada de frames de forma muy aislada. Nuestros vehículos volarán por las calles, entre el tráfico intenso y decenas de peatones, con una sensación de velocidad increíble, aún más cuando activamos el Nitro. Lo único a destacar negativo en el apartado gráfico son los accidentes, aunque bien representados quedan un tanto ridículos al lado de otros títulos del mismo género (véase Burnout por ejemplo) sin hablar de las irreales físicas en las caídas de las motos, pero tan solo un pequeño borrón en un apartado maravilloso.


Al hablar del apartado sonoro dividiremos entre: la fabulosa banda sonora, con grandes representantes de los géneros incluidos, que abarcan desde la electrónica (The Chemical Brothers ) pasando por el Hip Hop tanto de la costa este (Snoop Dogg) como oeste, hasta incluir géneros como el Hard Rock (NIN). Todo ellos de una gran calidad y cumpliendo su objetivo con creces que es incentivarnos a correr cada vez más rápido. En cuanto a los FX, el título no es un simulador, así que no le podemos pedir la fidelidad de un juego como Forza 2, pero al lado de la saga Need For Speed su rival más directo, cumple e incluso le supera, desde la increíble representacion sonora de cruzar a mas de 100 km/h entre calles abarrotadas, pasando a escasos centímetros de los demás coches, hasta el impulso del nitro o los rugidos del motor, incluyendo cambios de marcha...
De nuevo un apartado que cumple sobradamente.

En el campo jugable se mantienen muchas de las premisas de la saga, como el uso del rebufo de los rivales para cargar una barra de turbo que nos impulsará a toda velocidad pero que debemos tener cuidado, puesto que los rivales también lo pueden hacer contigo, aumentando la emoción hasta el último segundo de la carrera, aunque para evitarlo podremos poner nuestro vehículo a dos ruedas mediante un botón.

La I.A de los rivales está gestionada a tu propio nivel, me explico si eres muy bueno tus rivales serán mejores y te darán competitividad sin embargo, si te chocas y eres más torpe tus rivales se atrasaran también para que pueda tener posibilidades de poder adelantarlos y así no pierdas la ilusión por la carrera, esto crea un nivel de adicción pocas veces visto en el género que te llevará a superarte por cada nuevo reto. Dentro del mapa general, una serie de colores diferenciará la dificultad de la carrera siendo el verde el más asequible y el rojo semi-imposible.

Para ir abriendo en el modo historía y desbloqueando nuevos componentes utilizaremos el Respeto que es la moneda para avanzar en este juego y que se consigue compitiendo y en más cantidad, logicamente, ganando.
Dentro de las enormes opciones de tuning, podemos dividirlas en dos aspectos: rendimiento, que conlleva todo el tema de mejora de motor, frenos, caja de cambios, suspensión y el valioso nitroso, entre muchos otras. Y por otro lado el aspecto puramente estético: que comprenderá desde vinilos, neones, alerones de todos los tipos, salidas de aire... permitiendo personalizar tu vehículo al detalle y todo licenciado con marcas reales. Con tiempo y dinero se pueden llegar a conseguir auténticas maravillas. Además debemos añadir un tercer apartado las habilidades especiales, que nos recuerdan un poco a Mario Kart, por ejemplo, algunas nos permitirán paralizar a los enemigos, volvernos invulnerables un tiempo o ralentizar el tiempo, para poder usarlos debemos llenar unas barras a base de correr muy rápido sin chocar con nada, tras ello y pulsando un botón, desataremos su efecto el cual calibrando el momento justo de su uso puede diferenciar entre una victoria al límite y la derrota.

El juego tiene una duración bastante extensa debido al amplio número de pruebas englobadas en numerosos modos de juegos, desde entrega de coches bajo la premisa de tardar lo menos posible pero ocasionandole el menor daño, carreras ordenadas, desordenadas, torneos, carreras sueltas, carreras arcade, organizar tu propio torneo, etc. Un abanico realmente amplio y personalizable.

Pero es en el modo Online donde realmente el juego se hace infinito en cuanto opciones: desde subir tu coche para que te lo puntúen, con opción a comprártelo si quieren y así como tu hacer lo mismo con los demás. También puedes crear tus propios recorridos, así como desafíos y disputarlos en la forma que tu quieras, ya sea con un recorrido ordenado de Checkpoint o tan solo llegar hasta un punto del mapa buscando tus propio caminos, recorrido libre por la ciudad junto con otros corredores, modos de juego desde simples carreras a captura la bandera, modos más orientado a la destrucción de los vehículos rivales... No os cansareis nunca de descubrir alguna nueva modalidad. Eso sí, os recomiendo avanzar primero lo suficiente en el modo historia para poder tener un modelo competitivo de cara al modo Online, de lo contrario, ni vereís la matrícula de vuestros rivales.

Como aspecto negativo quizás la dificultad se haga excesiva al principio para los menos hábiles con el género y les parezca un poco caótico tantas opciones y misiones a la vez disponibles en el mapa, que unos mismo de debe autogestionar. Es un juego preparado para los amantes del género y serán ellos los que más tiempo pasaran preparando su bólido, subiéndolo a la red, compitiendo y sobretodo disfrutando. Pero tambien recomendamos a todo aquel que se interese un mínimo en él, que lo pruebe ya que su increible adicción no te soltará.

NOTA FINAL:

9,0/10


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